Energía hidráulica

La generación hidráulica es la transformación en electricidad de la  energía causada por el movimiento de agua a gran velocidad, mediante caída o corrientes. El movimiento del agua en turbinas a gran velocidad o otros elementos mecánicos genera electricidad.

Los generadores hidráulicos suelen instalarse aprovechando situaciónes geográficas, como en una una garganta o catarata natural, o mediante la construcción de presas. La utilización más común son las centrales hidroeléctricas de las presas. La generación hidráulica es la segunda más importante(  35,5% ) en el MIX de energías renovables.

En el área hidroeléctrica España ocupa un papel importante a nivel europeo, situándose en tercer lugar respecto al resto de países de la Unión Europea en cuanto a potencia hidroeléctrica instalada con centrales menores de 10 MW y el cuarto lugar en cuanto a centrales de potencia mayor de 10 MW. El parque hidroeléctrico español supone el 10% del parque de la UE.

Como ventaja respecto otras energías renovables, la construcción de presas, para facilitar su uso en centrales hidráulicas, permite el almacenamiento de agua para actividades lúdicas, y planificación a corto plazo de la capacidad productiva.

Sin embargo, al igual que otras fuentes de energía renovable, la generación hidráulica esta sujeta a situaciones de producción baja, por motivos externos ( sequías, poca capacidad embalses, etc… ). Su participación en el MIX aunque importante sería insuficiente en el caso de intentar aportar electricidad en un mercado sin emisiones CO2.

El potencial hidroeléctrico España es elevado, gran parte del cual ha sido ya desarrollado a lo largo de más de un siglo, dando como resultado un importante y consolidado sistema de generación hidroeléctrica altamente eficiente.