Desertec, Industrial Initiative (DII), es el proyecto energético más ambicioso desde que se erigieron las primeras centrales nucleares. DII tiene fecha y lugar para su arranque e incluso destino para sus primeras exportaciones. El faraónico plan de sembrar de paneles solares el Sáhara arrancara el próximo año en Marruecos y entre 2015 y 2016, suministrará a España parte de la electricidad producida, si se cumplen los plazos previstos.
Alemania, cuyas empresas capitanean la iniciativa, ha adelantado su inicio en tres años ya que ha decidido prescindir de la energía nuclear en 2022 y porque cree que la llamada primavera árabe facilita la puesta en marcha de ideas innovadoras en un marco político más estable.
Encabezado por empresas alemanas como E.ON, Siemens o el Deuche Bank, Desertec es un ambicioso plan para construir decenas de centrales solares y algunas eólicas, de Marruecos a Egipto, para que de aquí a 2050, proporcionen al menos el 15% del consumo eléctrico a Europa.
Entre los participantes figuran también compañías españolas como Red Eléctrica y Abengoa Solar, Francesas como Saint-Gobain, italianas como Enel y Terna, etcétera. La inversión prevista en los próximos 38 años de 400.000 millones de euros.
Las centrales consisten en miles de grandes espejos de metal que dirigen los rayos del sol hacia tuberías con aceite que traspasan el calor a agua. Al calentarse mueve turbinas de vapor que, a su vez, generan electricidad 24h al día porque el calor se almacena en grandes depósitos de sales fundidas. Esta electricidad será transportada a Europa mediante cables de alta tensión especiales (HVDC) con apenas perdidas. En seis horas el Sáhara recibe tanta energía solar como la que consume el mundo en un año.
Marruecos, el área Ouarzazatte, es el lugar elegido para poner la primera piedra. En 2010 se empezará a erigir una central que ocupará12 kilómetroscuadrados, producirá 150 megavatios y costará 600 millones de euros. Después se construirán otras centrales hasta alcanzar los 500 megavatios.
A partir de 2015, su electricidad será en parte vendida en el mercado marroquí, en parte en el español. España, cuyo primer proveedor de hidrocarburos es Argelia, tendrá entonces un segundo suministrador energético de peso en el Magreb.