La presión fiscal que conlleva la nueva reforma energética tendrá impacto en la factura de la luz con el posible traslado de los cargos tributarios sobre el precio de la luz.
Entre los distintos escenarios que maneja Santander Global Banking & Markets se encuentra el peor para el consumidor y más optimista para las compañías eléctricas. En este supuesto, el precio del recibo de la luz subiría un 16,5%.
Distintas fuentes creen que la factura se incrementará un 8% en seis meses a contar desde que la reforma entre vigor. Las diferentes hipótesis tienen en cuenta que el proyecto de ley tiene que pasar el trámite parlamentario donde podría ser modificado, vía enmiendas.
De todos los informes generados desde la aprobación del proyecto de ley el pasado viernes encontrar uno solo que indique que el coste no vaya a ser repercutido es difícil. Desde Sedigás, se ha calculado que la factura del gas se incrementará un 7% tanto para el consumidor doméstico como para el pequeño comercio y la industria. “Aplicar una tasa de 2,79 céntimos por metro cúbico penalizará la competitividad de la industria….” indicaron al tiempo que denunciaron que la tasa verde aplicada al gas natural es “desproporcionada” ya que supone el 24% del total de la recaudación asignada a las empresas energéticas. En la subasta de energía, prevista para el 25 de septiembre, el precio lo marca en gran parte el gas.
Habrá que esperar para saber cómo se traslada la reforma a la factura de la luz.