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En España se reexporta gas natural lo que permite que los precios sigan altos.

26
JUNIO
2012
Editorial
Por Editorial

Entre los años 2002 y 2004, las eléctricas firmaron importantes contratos de abastecimiento a largo plazo que hoy tratan de revender. 

Según las cuentas del sector, entre gas y GNL hay un excedente de 6 bcm anuales y una sobrecapacidad de importación de 10 bcm. La decisión del anterior Gobierno de obligar a quemar carbón dejó tocado el negocio gasista que se vio forzado a buscarse la vida para hacer frente a la fuerte caída de demanda de los ciclos combinados.

Enagás, comenzó a invertir desde 2005 en sus plantas de regasificación para poderlas utilizar para enfriar buques y como plataforma de salida, hasta que en 2010 una comercializadora comunicó que durante el siguiente año utilizaría de forma mensual este servicio, preferentemente, desde la planta de Cartagena.

Muchas empresas gasistas se ven obligadas a realizar descargas en España por sus obligaciones contractuales, ya que el gas natural licuado adquirido tiene como destino obligatorio este mercado, para no incurrir en penalizaciones y poder mantener los precios más ventajosos que generan los contratos a largo plazo, pero eso no ha sido suficiente para que haya resultado atractivo comenzar a vender el gas que llega a España.

En 2011, se reexportó en  nuestro país un total de 16 buques metaneros equivalentes a 417.000 m3, que fueron a parar a Italia (162.000 m3), a Argentina (145.000 m3), a Kuwait (57.000 m3) -que recibió 39 envíos de GNL durante el año- y a Taiwan (53.000 m3).

La última operación de este estilo la protagoniza esta misma semana Morgan Stanley que habría desembolsado, según las cuentas de Bloomberg, cerca de 42 millones de dólares para poder vender un buque de GNL de 125.000 m3 a Tokyo Gas a través de la planta de Cartagena. 

En agosto está previsto que se exporten al menos otros tres buques.