El Gobierno quiere reducir el número de consumidores acogidos a la TUR (Tarifa de Último Recurso) para acercarse así más a la liberalización del mercado.
Según datos de la CNE, el 76% de los usuarios de electricidad están acogidos a la TUR. Esto incluye a casi 20 millones de consumidores de un total de 27 millones.
Estos consumidores tienen una potencia contratada inferior a 10 kilovatios y optan por no acudir al libre mercado. La potencia media contratada por un hogar español es de 4,4 kilovatios. Y, mientras el hogar no tome la iniciativa de acudir al libre mercado, está automáticamente sujeto a la TUR.
Según fuentes del sector, el ministro Soria, planea limitar el acceso a la TUR a millones de hogares reduciendo el límite de potencia permitida para esta tarifa.
Con la liberalización de las tarifas se pretende abaratar los precios del recibo de la luz. Ya que las compañías aumentarán las ofertas al haber más consumidores en el mercado libre. Esto ya ocurre en otros países, aunque con las condiciones actuales aun estamos muy lejos.
El potencial de ahorro que ofrece la libre competencia en España es de 5 euros al año. Lo cual es insignificante. La dificultad de encontrar ofertas mejores que la TUR en el mercado libre pone de manifiesto, según un informe de la consultora PWC, que la TUR es «extremadamente competitiva» y que constituye una barrera para la liberalización efectiva del mercado eléctrico. De hecho, solo un 0,8% de los clientes domésticos cambia de comercializador en España. Una cifra muy por debajo de la media europea: tanto en aquellos países que tienen tarifa regulada (4,6%) como en los que están totalmente liberalizados (7,7%).
La OCU advierte de que el consumidor sufrirá un encarecimiento del recibo al ser transferido a un mercado en el que «no existe verdadera liberalización». Asegura que si se comparan las tarifas «libres» la diferencia anual máxima de ahorro es de 20 euros. L organización calcula que en los hogares con una potencia contratada de 5,75 kilovatios el recibo subirá un 20%, hasta los 1.405 euros anuales. Para esta estimación, se toman como referencia las ofertas de compañías como Iberdrola o Endesa, un 17% más caras que las de la TUR.
Fuentes empresariales subrayan que «la liberalización solo debería traer ventajas a los clientes, al propiciar una mayor competencia». Pero de momento, las compañías prefieren no pronunciarse.