Uno de los puntos pendientes de la reforma eléctrica es la reforma que prepara el Gobierno de la tarifa eléctrica de último recurso, a la que todos conocemos como TUR.
El objetivo es reducir el número de consumidores acogidos a la TUR, para que contraten en el mercado liberalizado. Para ello se reducirá la potencia que tiene que tener contratada un usuario para poder acogerse a la TUR. Actualmente la potencia límite para poder acogerse a la TUR es de 10 KW, y aunque aún no está decidida la potencia limite se baraja que estará entre los 3 ó en 5 KW. En el caso que el limite se establezca en los 3 KW hasta 16 millones de usuarios, el 80% del total, pueden verse expulsados del régimen de tarifa, mientras que si se establece en los 5 KW la salida quedará limitada a 5 millones de clientes.
Según el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, la reforma se hará para liberalizar más el mercado eléctrico, para que el precio que se paga por la energía esté más en consonancia con lo que «se ofrece y se demanda en el mercado».
Soria argumentó que en estos momentos la TUR la paga la mayor parte de españoles, y que la rebaja de potencia que prepara el Gobierno pretende «liberalizar más el mercado» y adecuar el precio a la oferta y la demanda. Remarcó que con esta reforma se mantendrá «un tramo de las personas que menos recursos tienen, que son las que menos consumen, que van a quedar protegidas».