Según datos de la oficina comunitaria de estadística Eurostat, la tasa de dependencia comunitaria de las importaciones energéticas en el 53 % del consumo, mientras que nuestro país necesita importar el 70,5% de la energía que consume.
En 2013 el consumo energético de la Unión Europea fue de 1.666 millones de toneladas de equivalente de petróleo (Mtoe), lo que supone un descenso del 9,1 % si se compara con 2009 cuando se registro el nivel más alto de consumo (1.832 Mtoe).
El mayor productor de energía fue Francia con aproximadamente un 17 % de la producción total de la UE, seguida de Alemania con un 15 %, Reino Unido con un 14 %, Polonia y Holanda un 9 %.
En la UE el 29 % del total de energía en 2013 fue energía nuclear, el 24 % de renovables; el 20 % de combustibles sólidos, el 17 % de gas, 9 % de petróleo y el 1 % de desechos no renovables. Produciendo la UE 790 Mtoe de energía en 2013.
España, produjo 34,2 Mtoe de los el 50,5% procedió de renovables, el 42,7% de la nuclear, el 5,1% de combustibles sólidos, el 1,1% de petróleo, el 0,4% de desechos no renovables y 0,1% de gas.
Los países que fueron menos dependientes de las importaciones de energía fueron Estonia con un 11,9 % y Dinamarca con un 12,3 %, Rumanía con un 18,6%, Polonia con un 25,8%, Holanda con un 26% y República Checa con un 27,9%. Y por el contrario los más dependientes fueron Malta con un 104 % y Luxemburgo con un 96,9 %, Chipre con un 96,4% e Irlanda con un 89,1%.
Si observamos los cinco Estados miembros que consumen más energía, los más dependientes son Italia con un 76,9%, España con un 70,5% y Alemania con un 62,7%. Mientras que los menos dependientes son Reino Unido con un 46,4% y Francia con un 47,9%).